- El final de la pandemia es el momento adecuado para iniciar con un programa de salud que trate las secuelas de COVID-19 y así evitar que en el futuro se conviertan en un problema de salud grave
La pandemia de COVID-19 en el mundo y en el país está en fase terminal, sin embargo, a dos años de que inició la contingencia sanitaria, las secuelas que ha dejado el virus podrían representar un grave problema para México en los próximos años.
Especialistas afirman que la situación se vuelve más preocupante porque los sistemas de salud de los tres niveles de gobierno están debilitados, pues la implementación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) falló y no alcanzó a ser la institución de primer mundo prometida.
Prueba de ello, es que en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2022, el INSABI no fue mencionado, y en marzo de este año se anunció el programa IMSS-Bienestar, a través del cual la población sin seguro social tendrá cobertura médica; mismo fin con el que fue fundado el instituto.
Por otra parte, ni a nivel federal, ni en la Ciudad de México, entidad más afectada por la pandemia con más de un millón de casos confirmados, se han destinado recursos o llevado a cabo programas específicos para la atención de las secuelas que ha dejado en las personas el coronavirus.
Tanto en el presupuesto federal para este año como en el local, la atención de las secuelas de pacientes COVID no fue etiquetada.
Lo anterior, es preocupante porque quienes tuvieron COVID dentro de las primeras olas, fueron más propensos a desarrollar síntomas graves debido a que aún no había vacunas para la población en general y las variantes eran más agresivas.
Estudios internacionales detallan que entre las secuelas más comunes del COVID-19 está la dificultad para respirar, mareos, dolor muscular o de articulaciones. Y en algunos casos, hasta problemas cardiovasculares, hepáticos o renales
Atención con privados y escuelas
A nivel nacional, en febrero pasado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que durante 2020 y 2021 han atendido de manera especializada a 178 mil personas por secuelas de la enfermedad.
En contraste, instituciones privadas como el Centro Médico ABC y Médica Vial, sí tienen programas integrales de rehabilitación del COVID-19 para tratar las secuelas que presentan quienes tuvieron cuadros graves de la enfermedad.
Por su parte, la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a finales de 2021 inició un programa de rehabilitación para quienes tuvieron COVID-19, señala el artículo “Rehabilitación, esencial para mejorar calidad de vida por secuelas de la COVID-19”, publicado en la Gaceta UNAM el pasado 31 enero de 2022
Según el documento, es necesario que los pacientes COVID-19 traten las secuelas, pues pueden durar meses o hasta años.
“Entre las afectaciones más comunes que presentan los pacientes se encuentran ansiedad y depresión, además de fatiga y la sensación de falta de aire”, menciona la publicación universitaria.
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