El asteroide 2024 YR4 ha generado inquietud en la comunidad científica y la opinión pública tras su descubrimiento a finales de 2024. Con un tamaño estimado entre 40 y 90 metros de diámetro, este objeto espacial fue detectado por el sistema ATLAS en Chile y clasificado en el nivel 3 de la escala de Turín, lo que indica que requiere un monitoreo constante.
En los últimos meses, los cálculos de su trayectoria han revelado que existe una pequeña posibilidad de impacto con la Tierra el 22 de diciembre de 2032, lo que ha llevado a la ONU y a agencias espaciales a intensificar su vigilancia.
Zonas de posible impacto en el planeta
Según
el astrónomo Daniel Bamberger, las posibles áreas donde podría impactar
el asteroide 2024 YR4 abarcan una vasta región del planeta. Se estima
que la franja de riesgo incluye partes del océano Pacífico oriental, el
norte de Sudamérica, áreas de África central y la región sur de Asia,
desde India hasta Myanmar.
Si bien estas proyecciones son preliminares y pueden cambiar con nuevos datos, la comunidad científica sigue atenta a cualquier variación en su trayectoria.
A pesar de la preocupación que genera, los expertos aclaran que un impacto de este asteroide no representaría una catástrofe global, pero sí podría causar serios daños en la zona de colisión. Un evento similar ocurrió en 1908 en Tunguska, Siberia, donde un meteorito explotó en la atmósfera y arrasó con más de 2.100 hectáreas de bosque.
Mientras
los astrónomos continúan recopilando datos para precisar la ruta del
asteroide, la comunidad internacional permanece en alerta, confiando en
que los nuevos cálculos permitan reducir la incertidumbre y mitigar
cualquier amenaza potencial.
Un aumento en la probabilidad de impacto
Desde
su descubrimiento, los astrónomos han estado analizando el recorrido de
2024 YR4 y han observado un ligero incremento en la probabilidad de
colisión. Inicialmente, se estimaba que había una posibilidad de 1 en 83
de que impactara con la Tierra, pero recientemente esta cifra se ha
ajustado a 1 en 43.
Aunque el riesgo sigue siendo bajo, el protocolo internacional exige que cualquier asteroide con una probabilidad de impacto superior al 1% y un tamaño mayor a 50 metros sea objeto de una atención especial por parte de la comunidad científica.
La
NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras instituciones han
confirmado que el asteroide mantiene una probabilidad de impacto del
2,3%, lo que lo mantiene bajo observación continua. En respuesta, la ONU
ha declarado el año 2029 como el Año Internacional de Concienciación
sobre los Asteroides y la Defensa Planetaria, reforzando la importancia
del estudio y la vigilancia de estos objetos celestes.
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